Historia sobre el blanqueamiento dental.
Los egipcios solían mezclar juntos menta, sal de roca, pimienta y flor de iris para blanquear los dientes. Los griegos y romanos mezclaban huesos y conchas de ostras junto con polvos de limpieza. Algunos añadían carbón o corteza para el sabor. Los chinos e indios hacían sus pastas dentales con materiales similares, pero agregaban mentas, sal y ginseng para un mejor sabor (suena mejor que corteza o carbón, ¿verdad?
El blanqueamiento dental moderno provee mejores resultados y menor daño al esmalte de los dientes que las técnicas pasadas.
Los mejores blanqueadores disponibles tienen un químico en el gel que protege que el esmalte de los dientes se dañe.